La dueña de este colegio es grosera, atrevida, persigue a los profesores con cargas excesivas y fuera del horario laboral. El marido es el rector, un pelele que hace lo que la esposa diga. Es un negocio de familia, se enorgullecen del título católico, pero el acoso laboral y los malos pagos son el pan de cada día. Los directivos son muy groseros con los padres de familia.
Gracias a esos principios y valores, que aprendí allá, soy una persona de bien, gracias a a la paciencia de esos profesores que me formaron. solo basta decir que donde quiera que voy van conmigo siempre. y mas mi promoción 1995 en especial 11a jornada de la tarde, la mayoría somos profesionales.