Desafortunadamente los profesores son solo profesionales de carton. El acompañamiento psicológico deja mucho que desear. Hay muchas historias no contadas de comentarios, enseñanza de factores erroneos, sin base.
Es un colegio que permite un escenario de aprendizaje y crecimiento espiritual, con exigencia en lo académico, pero sobre todo haciendo énfasis en la formación del ser humano, como constructor de paz, reconciliación y convivencia ciudadana. Amo el Beth Shalom. Gracias