El colegio no es perfecto, pero definitivamente excelente. Gran equilibrio entre amor y disciplina con los estudiantes, y énfasis en la vida personal con Dios de cada uno de ellos.
Nos une sentimientos de
cariño, agradecimiento, por
la educación, guía y
comprensión hacia las niñas.
Ya nos une medio año y nos
sentimos parte de una familia
maravillosa.