Soy testigo de lo felices que son mis niños en el colegio, empezaron desde los 4 años, y el mayor esta en 6 grado y el menor en 5to de primaria. Cuando es difícil, a ellos no les importa y estudian con felicidad porque les gusta su colegio. Lo defienden a cal y espada, yo les he dicho que si miráis alguno más fácil jeje.. y ellos me responden que “ni se me ocurra”
Para nuestra familia el Jardín Infantil Stanford resulto una caja llena de sorpresas, donde contribuyen con el aprendizaje constante, el acompañamiento educativo y una mano para seguir adelante nuestras pequeñas.
Un gigante agradecimiento a todos los que contribuyen en el proceso y brindaron su col