Fui ex alumna del colegio instituto Binet, hice allí toda mi primaria, recibí maltratos físicos y psicológicos de parte de la directora Gilma Sarmiento durante 7 años, no sé cuántas veces me pegó, me hacía hacer cunclillas, en una ocasión me metió los dedos a la boca y restregó sus dedos en mis dientes pues mis compañeros de estudio le comentaron a mis papás de los maltratos que yo estaba recibiendo y ella pensó que yo me había quejado de ella con mis papás, fui una niña gordita así que la Señora Gilma hacía burla de mi físico enfrente de todo el salón, también recibí maltrato físico por parte de la profesora Sonia Araque, fue la peor época de mi vida, tuve una infancia horrenda por culpa de estas señoras que se hacen llamar “profesoras” estudié allí desde el año 1996 hasta el 2003, también falsificaron mis boletines de primaria, pues mi mamá decidió cambiarme de colegio a los últimos 3 meses de 5to grado, les pedimos mis notas y esta institución nos dió boletines falsificados, es la peor institución.
Mis dos hijas estudian en este colegio y la verdad es una bendicion son muy exigentes con los alumnos y las hermanas son muy especiales y las instalaciones hermosas muy ambiental
Espero que haya cambiado a lo que era hace más de 30 años. Me prometí no matricular una hija allí. Los métodos de enseñanza y castigo eran de acuerdo a lo que hoy en día llaman bullying, metodos de castigo de la edad media, del gorro de papel con orejitas de burro, castigos con golpes sobre las manos con una regla por no saber las tablas de multiplicar o terminar arrodillado al frente de un tablero con dos biblias una en cada palma de la mano durante la hora de clase sin algun motivo aparente, tener que pagar una porcion de crema pons en la enfermeria para retirar el supuesto maquillaje de las mejillas cuando era mi color natural, romper delante de las otras compañeras el dobladillo de la falda del uniforme del colegio porque era corto y de por si horrible, parecia un habito color cafe oscuro porque mis padres no tenian con que comprarme otra, pase los peores momentos de mi niñez en esa institución gracias a las monjas y algunas de sus alumnas con su matoneo; de rescatar la hermana Isabela, de no rescatar la hermana Bernardita, tampoco la de contabilidad-pensiones, era extranjera, ni la hermana Evangelina. De verdad pesadillas tengo aún con ese lugar. La portera, Trinidad también una mala persona. Profesores como Bernardo el de música excelentes y la gran mayoría de ellos eran buenos y buenas maestras eso es de rescatar, ojalá nunca vuelva a existir un lugar así en un ambiente tan funesto para un niño