Estoy muy agradecido por la manera en que mi hija Salma ha crecido espiritual y académicamente. Bendigo a las personas involucradas en este notable crecimiento y adaptación.
Creo que es un buen colegio pero sus adecuaciones están muy mal y además su sistema es de mucho imposición y no de confiar en que cada alumno decida y ame al Señor, el control no es nada sano.