Creemos que el Stanford es el segundo hogar de nuestro pequeño Nicolás, no solo hemos encontrado una hermosa familia sino un excelente equipo de docentes que hacen del día a día de Nico una experiencia de juego y aprendizaje maravillosa.
Estamos muy contentos de haber encontrado un jardín que s
s una farsa como colegio, faltan en sus compromisos no actúan de acuerdo a la supuesta fe que profesan, no hay profesores nativos, ni siquiera existe un área de bilingüismo, las clases son en español pq la rotación de profesores es altísima, no hay plataformas tecnológicas pagas, las clases durante dos años fueron con zoom gratuito, las instalaciones físicas están deterioradas, dos años para tener protocolos y aun no solucionan el tema de rutas para los niños de Bogotá. La clase de tecnología es hacer manualidades, la clase de música es ver películas, la clase de deportes es ver un payaso y cuando no tienen internet la disculpa es la lluvia. LASTIMA EL TIEMPO INVERTIDO ES UN TOTAL DESASTRE.