Doy gracias a Dios; por el Gimnasio Campestre Beth Shalom. Es una bendición trabajar y ser madre de familia de este lugar. Casa de Paz. Felicitaciones por sus logros.
yo tengo a mi hijo inscrito, y los dos meses que ha estado ahí ya casi es como un sucio asiático, y ya sabe contar las tazas de agua que se le echan al arroz :v