Las instalaciones del colegio son muy bonitas, los valores, y el trato respetuoso. Pienso que debe ser más asertivo en cuanto a las modas de los alumnos ya que antiguamente era controlado pero en el 2014 se observaron cosas que no estaban de acuerdo a los principios del colegio.
Nos sentimos felices, tranquilos y orgullosos de que nuestro hijo haga parte de la maravillosa familia Stanford. Un lugar mágico, con personal idóneo en cada perfil, instalaciones de ensueño, y el cariño y amor que se percibe en cada rincón. No nos queda más que darles las gracias por el maravill