Nos sentimos felices, tranquilos y orgullosos de que nuestro hijo haga parte de la maravillosa familia Stanford. Un lugar mágico, con personal idóneo en cada perfil, instalaciones de ensueño, y el cariño y amor que se percibe en cada rincón. No nos queda más que darles las gracias por el maravill
Gracias por escuchar la voz de Dios y dejarse guiar en la formación de nuestros hijos...Gracias por brindar su ayuda en el ingreso de mi hijo ... en tres semanas que lleva ha recibido mucho de Dios y ha avanzado en su etapa escolar...