Este colegio discrimina a los estudiantes, viola los derechos de los niños niñas y adolescentes, la coordinadora de bachillerato es la primera en hacerle bullying a los niños y niñas, no permiten el libre desarrollo de la personalidad de sus educandos, las prácticas pedagógicas son pésimas, las directivas son bilingües porque no hablan sino español y chismes. No recomiendo a nadie confiar la educación de sus hijos a esta institución.
Nos sentimos tranquilos y felices de tener a nuestro hijo en el Jardín Stanford nos sentimos con la confianza y el respaldo de tener un equipo profesional dispuesto a dar una buena formación y aprendizaje a los niños. jacobo en lo personal es un niño más atento más despierto y su desarrollo cada vez