El colegio no es perfecto, pero definitivamente excelente. Gran equilibrio entre amor y disciplina con los estudiantes, y énfasis en la vida personal con Dios de cada uno de ellos.
No tiene infraestructura propia, existe un abuso laboral con los profesores e irregularidades con los alumnos por parte de la rectora Rosa
Es uno de los mejores colegios de Bogotá sin duda alguna.