El servicio de orientación es el peor, no hay una estructura pedagógica eficaz, por ello el mal manejo ante los jóvenes es deficiente, sumado al proceso convivencial es pobre en argumentos y realismo social que formen una sana convivencia, muchos se orientan más por el tener económico o una posición "social" de los alumnos y sus familias, que realmente en el foco de las situaciones estudiantiles.
El Gimnasio Campestre Beth Shalom es un lugar seguro donde nuestros hijos crecen no solo en el área académica, sino en el área emocional, social y espiritual. Crecen sabiendo que han sido llamados a transformar su entorno y por esto necesitan una formación especial y diferente.