Hemos recibido todo el
apoyo académico, cultural,
personal a nuestra hija Paula
Alejandra quien es una
alumna e hija comprometida
con el estudio y sus compromisos
personales, espirituales y académicos.
Estamos muy satisfechos con la
educación del colegio.
No respetan a los alumnos, no los dejan jugar ni correr, tienen laboratorios y no los usan, no tiene zonas verdes, ni una matica, los niños no pueden usar balones, no tienen clase de arte ni teatro ninguna lúdica que sirva para el desarrollo de los niños, los niños son tratados como robots y si no alcanzan los estándares son expulsados sin contemplación.