Estoy muy agradecido por la manera en que mi hija Salma ha crecido espiritual y académicamente. Bendigo a las personas involucradas en este notable crecimiento y adaptación.
Desafortunadamente los profesores son solo profesionales de carton. El acompañamiento psicológico deja mucho que desear. Hay muchas historias no contadas de comentarios, enseñanza de factores erroneos, sin base.