Cobran por todo. Los libros toca comprarlos directamente con el colegio ya que los distribuidores no los venden al público y el colegio cobra hasta el doble por los libros.
Sentimos que al escoger el Jardín Stanford como primera institución educativa para nuestro hijo, fue una de las mejores elecciones de nuestra vida. Nos sentimos tranquilos al ver el profesionalismo con el que se desempeñan todos los trabajadores del jardín y con el amor y dedicación que le entregan