El colegio permite un escenario de crecimiento personal y espiritual. Fomentando la exigencia académica, pero sobre todo la formación del ser humano, como constructor de paz, reconciliación y convivencia pacifica. Siendo en ultimas una apuesta para la paz del país. Amo y admiro el Beth Shalom.
yo tengo a mi hijo inscrito, y los dos meses que ha estado ahí ya casi es como un sucio asiático, y ya sabe contar las tazas de agua que se le echan al arroz :v